Participar en un Taller Internacional de Teatro supone una serie de beneficios al desarrollo humano, empezando por el descubrimiento, conocimiento y aceptación del cuerpo y sus variadas funciones: respiración, movimiento, voz como vehículos expresivos, también ayuda a estimular la imaginación, la sensibilidad, la deshinibición, el trabajo en grupo, y, sobre todo, el autoconocimiento, provocando seguridad en las personas que participan en él.

Intervenir en este taller es un tiempo para practicar la creación , la libertad. Para buscar una sensibilidad particular  e intentar ejercerla; para devolver el sentido del ser individuos en el colectivo, condiciones que creemos necesarias para sustentar una técnica teatral.